20 diciembre 2006

Fotografiando a la aviación chilena, I

Mis mejores fotos aire-aire (1a. parte)

Si bien habitualmente muy entretenidas, las aventuras de un fotógrafo de aviación no siempre son sencillas... y menos en Chile. Al contrario de lo que ocurre generalmente en el hemisferio norte, la diferencia es principalmente marcada por las necesidades generadas por el muy extendido periodismo especializado, los requerimientos gráficos de la industria aérea, y enfoques distintos en las áreas de seguridad y difusión, entre otros factores. Como en nuestro país poco de lo primero existe, uno de los efectos visibles es que el deseo de fungir como corresponsal para los medios de comunicación aeronáuticos allende el Gran Charco dependa más de una paciencia de santo y un boxeril juego de cintura, que de cuestiones meramente formales y generalmente inútiles si son usadas por los naturales de esta tierra (acreditaciones, credenciales de prensa, etc.). El gran factor compensador, sin duda, es la buena voluntad de quienes -puestos en el trance de tener que aceptar o rechazar un requerimiento fotográfico- han optado de buena gana por ser inmortalizados o abrir las puertas de sus respectivas instituciones o empresas.

Por lo pronto, inicio esta nueva sección mostrando una foto que, si bien ha sido harto difundida, no deja de tener su gracia, y que la propia Armada usa habitualmente (junto a otras de la serie hecha esa vez).

El helicóptero retratado es un Aérospatiale AS.332F1 Super Puma del Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1 de la Aviación Naval, equipado con un par de misiles AM.39 Exocet, en lo que fue una legítima sesión fotográfica. El hecho ocurrió mar adentro off Valparaíso en julio de 1997, durante tres días en que asistí a la BAN Viña del Mar, justamente para hacer fotografías del material aeronaval. La fecha explica el esquema de pintura, actualmente modificado.

La foto, en negativo Fuji Image V corriente (pero bueno) de 100, fue hecha con una cámara Canon EOS A-2E y un zoom bastante decente Canon 75-300 mm USM II 4,5/5,6 (lo que explica un ligerísimo viñeteo en las esquinas). El modo de operación fue priorizando la velocidad, la que en esta imagen fue de 1/500 (más una mano más que firme para contrarrestar los movimientos de los dos vectores más el viento), y a razón de 5 imágenes por segundo, en tomas de hasta tres fotogramas. La plataforma desde la cual fue hecha fue otro Super Puma naval, portón lateral derecho abierto al 100%, y medio cuerpo afuera (debidamente asegurado a un anclaje de piso, obvio). Las máquinas iban piloteadas por el jefe y el segundo del escuadrón de ese tiempo, los comandantes Arellano y Jaman, respectivamente, macanudos oficiales que prestaron toda su colaboración para las series de esos días.