26 enero 2008

El último Commando, parte II

Datos complementarios

El CC-CAT en manos de la L.A. Cóndor (foto, sitio Aeroteide, de Rodrigo Santa-María Izquierdo)
Comencemos los trabajos de 2008 con la segunda parte del artículo sobre la historia del Curtiss C-46 matriculado CC-CAT. En la primera parte vimos el desarrollo de la generalidad de acontecimientos ligados a la propiedad del aeroplano, así es vayamos ahora al relato breve de una serie de circunstancias aisladas que nos permitirán conocer algunos aspectos anecdóticos, pero no menos interesantes, de la hoja de vida de este bimotor, avión que, por haber sido el último de su tipo operando en Chile, se ganó por derecho propio –a mi entender– un lugar destacado en la historia aeronáutica nacional.

El CC-CAT 0367 rodeado por curiosos luego de su
aterrizaje forzoso de 4 de abril de 1957 (foto, DGAC)

El 4 de abril de 1957, mientras nuestro aeroplano operaba para la asociación entre Lyon Air en Liquidación y ALA Ltda. –situación legal que vimos duró hasta 1959– se llevaba a cabo el vuelo carguero 702/769 entre Arica y Los Cerrillos, con escalas en Iquique y Antofagasta. Luego de haber despegado desde Iquique a las 20:59 Z con la intención de nivelar el vuelo a unos 7.500 pies, 15 minutos después y cuando ya había ascendido a 5.500 pies, el motor derecho explosionó por el desprendimiento de un cilindro, dañándose el sistema hidráulico que, entre otras cosas, permitía el adecuado funcionamiento del conjunto del tren de aterrizaje, flaps y la operación del sistema de emergencia. Luego de declarar la emergencia, retornó a Iquique y a las 17.22 horas aterrizó sin tren ni flaps en el aeródromo local, quedando varado unos 300 metros fuera de la pista. Los daños (reparables) ascendieron a un 30% del valor del avión, el que a esa fecha acumulaba unas 9.484 horas de vuelo. La tripulación salió ilesa; ésta estaba compuesta por el piloto Sergio Smith Gaete, el copiloto Giusseppe Rossito, el mecánico Álvaro Neira, y las auxiliares de vuelo Silvia Peric y Silvia Sta. María.

Vista aérea del hecho del 4 de abril de 1957 (foto, DGAC)
El 12 de mayo de 1964, mientras operaba bajo la tuición de la Línea Aérea Cóndor Ltda., nuestro avión se vio envuelto en un incidente que pudo resultar más grave de lo que en efecto sucedió. Se trató del vuelo Nº 1 entre Los Cerrillos y Arica, con escala en Cerro Moreno. El CC-CAT había salido desde Los Cerrillos a las 06.00 hora local, arribando a Cerro Moreno sin novedad. A las 09.25 horas, mientras estaba estacionado en la losa antofagastina, se estrelló contra el C-46 matriculado CC-COA y operado por Transportes Aéreos Squella (TAS). El delicado (aunque no poco habitual) accidente ocurrió mientras el CC-CAT, plenamente cargado, a pocos minutos de carretear y sin frenos, saltó de las cuñas de madera debido al fuerte empuje del viento y por el afecto coadyuvante de la gradiente natural de la losa, en el lugar que estaba ubicado entonces frente a las estaciones de trasvasije de combustible. La precipitación con que el piloto aplicó los frenos hizo que estos no respondieran debidamente, desplazándose el avión desde un nivel ligeramente más elevado que aquel en que se encontraba el avión de TAS, ubicado 25 metros más adelante y recibiendo mantenimiento. Los daños del CC-CAT no fueron menores, pues se vieron afectados el centro plano, una hélice y el borde de ataque del ala del mismo lado. La tripulación estaba compuesta por Juan Arellano Sánchez y por Eduardo Allende Pavón, piloto y segundo respectivamente.

Imagen del choque de 12 de mayo de 1964 (foto, DGAC)
Cuatro años después, el 15 de junio de 1966, nuestro protagonista nuevamente chocó en tierra contra otra aeronave, esta vez en el aeropuerto de Chacalluta, Arica, y teniendo como víctima a un Lockheed T-33 de la FACh, el seriado J-319. Aún bajo la potestad de la Línea Aérea Cóndor, en la madrugada el carguero se encontraba estacionado frente a los pits de la compañía Esso, con los motores en marcha. Una vez abastecido de combustible e iniciando la salida a pista a las 06.15 horas, la hélice del motor izquierdo golpeó al aparato militar que se encontraba estacionado y frenado en la misma losa junto a otros aviones del mismo tipo, rompiéndole la carlinga y aplastándole la nariz. El hecho de que a esta fecha el CC-CAT registrara acumuladas un total de 21.426 horas de vuelo nos permite apreciar su nivel de empleo, comparando con los datos consignados más atrás. La tripulación de ese día estaba compuesta por Patricio Délano, Eduardo Iñíguez, y Juan Navarrete, piloto, segundo y mecánico, respectivamente.

Detalle del choque de 12 de mayo de 1964 (foto, DGAC)
Finalmente, antes de enlazar con los hechos relatados en la primera parte de este artículo, y todavía en manos de la Línea Aérea Cóndor, el 21 de noviembre de 1974 el CC-CAT registró un incidente: mientras se desarrollaba el vuelo 47 entre Arica y Santiago, se vio obligado a aterrizar de emergencia en Cerro Moreno por falla de motor a la altura de Taltal. A fin de alivianar el aparato, la tripulación debió emplearse duramente para arrojar por el portón lateral más de una tonelada de carga contratada, mayormente mercaderías y víveres. La tripulación de entonces estaba compuesta por Eduardo Machuca Franzani, Luis Tapia Moraga, Juan Navarrete Cruz y Mario Bonosoc. Todos ellos salieron ilesos, siendo el último de los mencionados un pasajero eventual.