15 marzo 2013

F-5 del Grupo 12 a Uruguay

Viaje sin escalas hasta Uruguay

El periódico La Prensa Austral (Punta Arenas) de ayer 14 de marzo informó lo siguiente relativo al despacho de una escuadrilla de aviones F-5 del Grupo 12 a Uruguay (editado):
Con una partida abortada a primera hora desde la Base Aérea Chabunco, en Punta Arenas, a raíz de un procedimiento de seguridad en un avión, se realizó ayer el anunciado despegue de una bandada de aviones F-5 Tigre III, con destino a Uruguay, para participar en la conmemoración de los 100 años de la aviación militar.
Esta agrupación de cuatro aeronaves, de dotación del Grupo de Aviación Nº12, de la IV Brigada Aérea, finalmente despegó cerca del mediodía de ayer. Aquella travesía incluyó dos reabastecimientos de combustible en el aire de los aviones, carguío que demora alrededor de dos minutos, pero con toda la complejidad que demanda esta maniobra en movimiento. Para ello los acompañó en su vuelo el avión tanquero de la Fach, un Boeing KC-135 Stratotanker, del Grupo de Aviación Nº10.
En total, se trató de 1.300 millas (2.400 kilómetros) de vuelo sobre el Atlántico, cumpliendo casi a cabalidad el tiempo estimado de dos horas 55 minutos de viaje, para llegar sin novedad ayer a las 15,05 horas a la ciudad de Montevideo.
Acerca del percance registrado a primera hora de ayer, el general de Brigada Aérea (a) Eduardo Peña Merino, comandante en jefe de la IV Brigada Aérea, explicó que los aviones estaban en la pista y al momento de despegar el líder tuvo un problema en su aeronave y su decisión fue abortar. Esto se realizó sin problema, todas los aviones retornaron y procedieron a recargar combustible para su nueva salida.
Agregó que esto es parte de lo que puede pasar y es normal al tratarse de sistemas bastante delicados, ya que “ante un problema de motor, un problema del tren, un neumático que se desinfla, el piloto debe tomar la decisión en ese momento de qué hace y eso fue lo que ocurrió”. Aquí hubo un problema de indicación del motor, que no le dio la confianza al piloto de que el motor estuviese funcionando correctamente (por falta de potencia), y ante una situación que pudiera haberse agravado en el trayecto se optó por no correr riesgos.
Finalmente, los pilotos de la IV Brigada Aérea harían historia con este periplo aéreo no exento de imprevistos, y que los tuvo como únicos y exclusivos representantes de Chile y de su Fuerza Aérea en Montevideo.